martes, 7 de junio de 2016

!Qué bonita es la democracia!

Ya le estoy entendiendo.

Se trata de que con tus impuestos, el gobierno mantenga un aparato administrativo que cuesta unos 3 o 4 mil millones de pesos. Pero cuando es época de elecciones hay que invertir mas porque no creo que exista alguien que piense que toda esa maravillosa organización es gratis.

Se trata de contratar y de entrenar a miles de funcionarios de casilla, instalar miles de casillas, imprimir millones de boletas, publicitar con miles de anuncios en cientos de medios para que la gente entienda lo que debe hacer el día señalado.

Lo que la gente no debe hacer es levantarse tarde. Tampoco debe darle prioridad al futbol, ni a las comidas familiares, ni a la misa, ni a las idas a Cuernavaca o a la Marquesa, ni a las visitas a los abuelos: ¡No! la gente debe estudiar a cada uno de los candidatos, sus vidas, sus ejemplos, su filosofía, la huella que han dejado en sus vidas.

Si se puede hay que tratar de conocerlos o ver las entrevistas que les hacen desinteresadamente los reporteros.

Y llegado el día, bañarse, ir a la peluquería y llevar a tus hijos a esa fiesta democrática que consiste en tomar un plumón y tachar los nombres de aquellos a los que has elegido para que representen tu voluntad en las cámaras o en el gobierno, o en la elaboración de la Carta Magna de esta noble ciudad.

Y el día de las elecciones estar atento para saber quiénes manifiestan haber obtenido el triunfo. Su entusiasmo puede llevarlos a manifestarlo aun cuando todavía no sea seguro y también puede llevarlos a decir cosas negativas de sus oponentes. Pero así es esta fiesta. Como la fiesta brava, como el futbol: pura adrenalina.

¡Qué bonito! Y a partir del día siguiente o de la semana siguiente. No importa cuánto tarde, verlos trabajar por ti, por tu bienestar.

¡Viva la democracia!

2 comentarios:

  1. ¡Viva la democracia, la alternancia y la transparencia!

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  2. Tu último párrafo (antes de ¡viva la democracia!) fue sarcasmo ¿verdad?

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