Antes de que Fox viniera a arruinar las cosas con eso de sacar al PRI de Los Pinos, las cosas eran muy tranquilas, luego llego Calderón, el hijo desobediente y ese si se tomó en serio lo de actuar diferente. Aunque puso a puros cuates, no todos muy brillantes, era más honesto y pedía enderezar muchos entuertos.
En ese inter el PAN gano algunas gubernaturas y crecieron el PRD y MORENA. También se fortaleció el PRD en la capital al grado que Ebrard se dio el lujo de ignorar y despreciar al Presidente, al que solo utilizaba para sacarle dinero.
Ahora que se votó, después de Junio, el gobierno Priista ya no tiene el poder que tuvo, las brillantes ideas del Presidente, no se llevan a cabo al conjuro de sus deseos y órdenes. Es mas ya todo le empieza a salir mal.
Sus famosas reformas se convirtieron en su peor pesadilla, sus achichincles se ven más ineptos e incapaces de sacarlas adelante.
Sus delfines, orientados a substituirlo, se queman como malvaviscos en la hoguera de los problemas y para quien lo dude, ahí está el caso de Murillo, del cual ahora también se saben escándalos por abuso de sus hijos. La Robles se pasó de ambiciosa y la mandaron a la SEDATU. El geniecito Lozoya que pusieron en Pemex llevo la empresa a un desastre mayor (y hubo que traer al concuño de Salinas para ocupar el puesto). Y ahora lo peor: al niño Nuño le piden que renuncie. ¿Quién? Pues ese monstruito que han estado alimentando por cobardía. El mismísimo
“Pejenjendro Tabasqueño”, quien también le pide al Presidente que cambie a todo su gabinete, empezando por Chong, su visible competidor.
Esto ya es un desastre. ¿Quién podrá salvarnos? Ruéguenle a Santa Margarita
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