El pasado viernes salí de México. Necesitaba comprar dólares. Pensé que sería mejor al cruzar la aduana y llegar cerca de mi puerta de salida. Ahí había una casa de cambio que no anunciaba los tipos de compra y venta. El de la ventanilla te los decía verbalmente. Me informo que el tipo era 19.97 pero que si compraba más de 300 dólares me bajaba cuatro centavos. Le dije: no, gracias y me regrese otra vez al inicio de los pasillos después de pasar aduanas, el tipo de cambio que me dieron y que estaba anunciado era 18.90.
Conclusión: Los que se ponen ya cerca de las puertas de salida son amigos del Gordo Carstens o del Director del aeropuerto o de alguien que les da chance de abusar de los turistas mexicanos que salen al exterior robándoles un peso en cada dólar. Saquen cuentas.
Además te hacen llenar un cuestionario como si fueras a solicitar un crédito hipotecario. Yo no sabía que hay control de cambios en México. Si sabía que Hacienda se la pasa viendo a quien molesta en vez de reducir el excesivo endeudamiento de nuestro País, en vez de reducir los suntuosos gastos del Gobierno y en vez de controlar los moches a sus proveedores favoritos con cargo al presupuesto.
¡Qué bien abusan!
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