viernes, 27 de mayo de 2016

Abundando sobre los políticos

El que alguien estudie Ciencias Políticas, Administración Pública, Economía o Derecho no lo califica directamente para gobernar una ciudad, un estado o un país. Como un título de licenciatura en filosofía no te hace filósofo. Debe hacer carrera, pero limpia, y no salirnos con que "soy Maximino Gutiérrez, soy candidato independiente, quiero ser tu diputado, quiero ser tu gobernador" o "quiero ser tu presidente". Hace falta un extraordinario filtro en el que no solo presenten su 3 de 3, sino que incluso se sometan a exámenes psicológicos, porque hay cada personaje… Hace falta, también, que el inútil y costoso INE organice debates públicos en los que no puedan salirnos, como el "Peje", con que no hablan inglés, que no nos van a decir su religión, que su vida privada es privada y que no contestan preguntas básicas como las que le quería hacer Brozo. Para el INE no se les puede tocar ni con el pétalo de una rosa y los trata como quinceañeras. Qué chistoso que en una de las pocas pantomimas de debate, en 2012, saliera una edecán con un escote espectacular y arruinara toda la cuidada escenografía, distrayendo a los candidatos, quienes también mostraron ser bien hipócritas porque ni movían la cabeza, aunque se les salieran los ojos, a excepción de Cuadri, el hijo de Elba Esther -que, de todos modos, nunca ganaría- y de Josefina, a la que solo le dio envidia el cuerpazo de la modelo. Hace falta que estos debates no los modere un locutorcito sin personalidad. No. Que pongan a Héctor Aguilar o a Leo Zuckerman o al Güero Castañeda o a Denisse Dresser, si se atreven, y que no les pongan reglas ridículas, como la de 30 segundos para preguntar, 30 para contestar, contestan en orden alfabético, no se permiten insultos. ¿Así queremos saber de qué madera están hechos? Por mí, que se insulten, se ofendan y hasta se golpeen, si quieren. Fue mucho mejor cuando Fox le dijo mariquita a Labastida y Labastida le dijo lépero a Fox (y, hasta eso, fue leve).

Y por favor, que los participantes no nos digan que su colección de propiedades, les fue donada por su abuelita o que el departamento de 14 millones, que en realidad vale 50, es pequeño (porque 450 m2 equivalen a 5 o 10 departamentos de la gente normal). Seguramente nunca podrían demostrar de dónde salió el dinero para pagarlos con sus sueldos de burócratas. Que los auditen, como al resto del mundo, y que les finquen responsabilidades, por la discrepancia fiscal. Solo veamos casos como el de Moreira, Fidel Herrera, Murat, Duarte, Padrés, los de Tamaulipas, los de Guerrero y todos aquellos que han metido mano a las arcas públicas y, como Rico Mc Pato, nadan en dinero. Pero en dinero que no se han ganado honestamente. Y luego están los loquitos que se creen nuestros redentores, cuando ni siquiera pueden decirnos de qué viven, como el "Peje", que está becado desde hace 12 años, pero tiene casas en Puebla y aquí, con prestanombres, y sus hijos viajan por todo el mundo. Es el mustio más grande.

Respecto a los políticos nunca sabemos quiénes son y para que están calificados.

Hasta cuándo nos vamos a hacer mensos y me refiero al INE, al SAT, a la Contraloría -o como se llame la Secretaría del mediocre de Virgilio-, al Congreso, a las organizaciones patronales (excepción reciente de COPARMEX), etc.

¿En base a qué quieren que votemos? ¿A si nos gusta el apellido? ¿O si se ve gente decente por como viste?

¿Usted se asociaría con Beltrones? ¿O con Lozoya? ¿O con Gamboa? ¿O con Monrreal? ¿Usted pondría una escuela en manos de Mancera? Recordando el anuncio que decía: "¿Usted le compraría un auto usado a este hombre?" Y sacaban la cara de Nixon, quien era la imagen misma del político mentiroso, como lo demostró en Watergate años después.

¿Qué nos pasa? Como decía aquel.

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